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¿Qué hay detrás del intento de referendo?

El movimiento «No Más Recope» ha sido autorizado por el Tribunal Supremo de Elecciones a recolectar las firmas necesarias para covocar a un referendo con el fin de poner al monopolio de Recope sobre la importación y venta al por mayor de los derivados del petróleo.

La convocatoria ha estado fogoneada por las denuncias sensacionalistas de Otto Guevara (también conocido como el Candidato Serial) que, a partir de un salario fuera de proporción, tiende a generalizar sobre todos los salarios de Recope.

El proyecto que escogió el «movimiento espontáneo» fue escrito por… Otto Guevara y se divide en 4 partes:

  1. Apertura de la explotación petrolera, sí explotación petrolera. (Artículo 4)
  2. Servidumbres de paso expropiadas por el Estado para los oleoductos de las empresas privadas.
  3. Venta de Recope en pedazos para pagar las expropiaciones para servidumbres.
  4. La entrega de la infraestructura a manos de las empresas que van a explotar el petróleo.
  5. Bonus track: la apertura del monopolio, que convengamos no es lo que interesa.
¿Es realmente la apertura del monopolio el objetivo?

Con una flota de 1 millón de vehículos, nadie (absolutamente nadie) va a venir a invertir a este país por la importación, menos para refinar. Simplemente no dan los números.

Lo que verdaderamente está en juego es la apertura de la explotación del petróleo y la destrucción de la naturaleza.

El proyecto prevé la construcción de un puerto en el Pacífico para «importar o exportar» hidrocarburos. Además, quiere que el Estado expropie tierras para el paso hacia ambas costas de los oleoductos privados (que luego serán cedidos al Estado) que serán cubiertos con la venta de acciones de Recope (Artículo 8). El riesgo de derrames en esas zonas sumada a la tala de árboles acabará con la reputación de país limpio de Costa Rica.

Ahora sí, sin Recope en el medio y con su infraestructura vendida en pedazos se crea un monopolio privado. Y, lo más importante, Costa Rica no tiene ni la petrolera, ni el control sobre sus recursos naturales (como sí sucede en países de verdad) ni el control del precio o el abastecimiento. ¿Entenderemos para quién juega Otto Guevara y las variantes «libertarias» que promueven el referendo?

Pero la cosa no termina ahí. El proyecto blinda los intereses privados fijando cánones razonables por el uso de los oleoductos que pasarán a manos estatales; pero ni un cinco por barril exportado. En todos los países del mundo se cobran cánones e impuestos de acuerdo al precio internacional del petróleo.

La diputada y precandidata por el Movimiento Libertario, Natalia Díaz, dice que ella cree en la explotación de hidrocarburos emulando el modelo noruego. Lo que pasa es que el modelo noruego se basa en un Estado fuerte, todo lo contrario a lo que proponen los libertarios. De hecho, el gobierno de Noruego en su momento debió poner un «súper impuesto» para obtener algo de las abultadas ganancias de las petroleras. Eso le va apenas al lema de «no más impuestos».

¿Entonces?

¿Quién financia esta campaña? ¿Quién maneja verdaderamente este «movimiento espontáneo»?

Lo que verdaderamente hay detrás del referendo es la venta de Recope, el regalo de nuestros recursos naturales y, consecuentemente, la destrucción de nuestra naturaleza y reputación como país conservacionista.

A esta altura del partido, todos sabemos que luego de la renegociación a la baja de la convención colectiva los costos operativos de Recope (salarios, fletes, seguros, electricidad, teléfono, papeles y otras yerbas) representa el 7% del costo total del precio del combustible que se vende en el país.

Luis Carlos Solera, jefe de estudios económicos y financieros de Recope lo explica en esta entrevista con La Nación. La insistencia por la apertura de la importación de hidrocarburos es una falacia que se cae por sí misma.

Firmar la petitoria de referendo es firmar la destrucción de nuestra naturaleza. Además, es regalar una empresa que da seguridad energética manteniendo el costo del combustible igual en todo el país. No en vano abastece el 64% de la energía que requerimos para hacer funcionar nuestra forma de vida.

 

Saúl Buzeta

Advertencia al visitante: Saúl Buzeta Dhighiam es politólogo de formación, comunicador por deformación y necio por naturaleza. Los dedos de la mano no sirven para contar sus obras pues no tiene, mas acostumbra a escribir a hurtadillas artículos de poca monta que gente incauta (en el mejor de los casos) o sin escrúpulos (en la mayoría de ellos) publica sin compasión por el lector. Considérese entonces amable visitante suficientemente advertido sobre lo inocuo de lo que aquí encontrará.

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