El día de hoy en Hablando Claro, la presidenta en funciones de la Junta Directiva del Banco de Costa Rica, Evita Arguedas, esgrimió una serie de argumentos legales para no renunciar a su cargo junto con sus colegas.
Una vez más apareció el estado de derecho, el debido proceso y demás familiares. Hizo una defensa a ultranza de las buenas finanzas del banco por lo que los ahorristas no debemos temer… aunque la mitad de las utilidades de la entidad se las vaya a tragar el crédito a Juan Carlos Bolaños. Ni qué decir del descuido en que ha caído BICSA.
Tecnicismos sobraron para decir que la solicitud de renuncia que hizo el presidente Solís no está a derecho. Que la acusación era general, que no se señalaron a personas particulares y hasta que era en abstracto. Les guste o no es el presidente de los accionistas quien les está pidiendo que se vayan y lo hace con fundamento político. Si no les gusta, pueden berrear pero no entorpecer.
Moralidad
Sin embargo, la junta directiva del BCR debe renunciar por moralidad. Su permanencia en el puesto es un distractor para la opinión pública y debilitador de la credibilidad en el banco. ¿Quién va a querer depositar en un banco cuyos directivos parecen carajillos que se pelean por todo? El presidente les advirtió que estaban dañando la reputación de la institución hace un mes. Y la Sugef reitera que el comportamiento sigue. ¿Qué se debe hacer? Darles más oportunidades para arruinar el banco.
Doña Evita y sus colegas se deben ir por un asunto de moralidad. Están cuestionados hasta la médula y por muy inocentes que sean no tienen la credibilidad para dirigir al segundo banco del país y uno de los más grandes de la región. Aferrarse al cargo para probar su inocencia no es inteligente cuando está en juego hasta el fideicomiso de la carretera a San Ramón.
Sí, se deben ir por moralidad porque las relaciones entre estos personajes y Juan Carlos Bolaños, Mario Barrenechea, Víctor Morales Zapata, Ottón Solís, Holcim, Coopelesca y, como dijo el Fiscal General, el Marriot genera dudas.Tienen a los empleados molestos, a los clientes nerviosos y son parte de un show político que atenta contra la estabilidad del banco. Sino pregúntele al Candidato Serial (Otto Guevara) sobre sus intenciones al fusionar el BCR con el Nacional.
Aquí no caben argumentos políticos o legales. Se trata de defender la moralidad y la corrección en el accionar público. Los puteríos entre los miembros de Junta Directiva, los favores por los que están ahí y los intereses que defienden se terminaron.
Por decencia: Váyanse hoy.